En septiembre del año pasado me embarqué en un pequeño proyecto personal. Lo llamé: Cómo Crear Y Mantener Buenos Rituales Matutinos. Mi objetivo era encontrar ese empujoncito final que me ayudara a sentar una base fuerte para mi práctica de meditación y, en general, ser más presente a través de la práctica de mindfulness al comienzo del día, ya que creo firmemente que la forma en la que comenzamos la mañana determina en gran parte cómo será el resto del día.
Desde que puedo recordar, he intentado establecer una práctica de meditación y mindfulness fuerte, descubriendo una y otra vez que mis buenas intenciones se desbarataban con las diferentes circunstancias de la vida, ya fueran imprevistos, una gran carga de trabajo repentina o, también debo admitir, a veces incluso la falta de motivación.
Actualmente puedo decir que esta pequeña aventura tiene un final feliz. En los últimos meses he asentado y fortalecido mi práctica de meditación, haciendo de ella una experiencia con la que disfruto inmensamente. Aparte de esto, he conseguido deshacerme de ciertos hábitos que me impedían progresar en el pasado.
Aquí tenéis mi receta para crear y mantener buenos rituales matutinos:
1. Tómate un momento para pensar con detenimiento cuál es tu objetivo
Antes de siquiera intentar cambiar algo, necesitas tener una idea clara de cuál es el destino al que deseas llegar. Confeccionar una lista con los diferentes pasos a seguir para llegar allí es muy útil. Intenta que tu lista sea lo más detallada posible. Si eres capaz de visualizar claramente el objetivo que deseas alcanzar y los pasos a seguir, tendrás una buena base a la que atenerte cuando las dudas y las complicaciones aparezcan.
En mi lista personal añadí cosas como ‘meditar’, ‘silencio’, ‘tomar un jengibre con limón calentito’, ‘ritual de limpieza o depurador’, etc.
2. Añade una lista de cosas negativas que quieres evitar
Esta parte es decisiva. A menudo pasamos por alto las pequeñas cosas que entorpecen nuestro camino y éxito final. De primeras pueden parecer distracciones insignificantes e inofensivas, pero en realidad, pueden tener el poder de desmantelar el proyecto por completo. Reconocer cuáles son las cosas que se cruzan en tu camino, impidiendo que avances, te permitirá detectar las llamadas de atención antes de que el proyecto se venga al traste y puedas cambiar de dirección cuando el momento lo requiera.
En mi lista de cosas a evitar escribí cosas como ‘dispositivos móviles’, ‘escuchar o leer las noticias’ o ‘sentarme a trabajar directamente’.
3. Marcar los pasos a seguir te ayudará a consolidar la rutina
Cuando empecé mi pequeño reto matutino, esta parte me resultaba a veces un poco extraña. Sentía que quizá no era tan relevante tener en cuenta cosas tan banales como la forma exacta en la que quería lavarme los dientes. Sin embargo, con el tiempo me di cuenta de que este proceso me ayudó muchísimo a interiorizar la rutina como algo natural. Me resultaba impensable no seguir cada paso de una parte del ritual, porque parecería que estaba incompleto.
Una vez empiezas a tomar atajos por aquí y por allá, te vuelves más propenso a tirar la toalla en algún punto al final. Por eso, dale importancia a cada parte individual del proceso.
4. Haz un seguimiento de tu progreso
Después de completar todo el ritual, escribe qué hiciste y cómo lo llevaste a cabo. Al principio puedes escribir con todo lujo de detalles y, con el tiempo, puede que quieras crear bloques que engloben varias partes del ritual. Cuando llegue el momento, verás que esto se hará de forma natural.
5. Date espacio para las excepciones
El fin de semana llega y te saltas un paso, o el orden de tu ritual está patas arriba. ¿Y qué? Recuerda que estás haciendo esto para ti mismo. No tienes que demostrarle nada a nadie. Observa la excepción como una mera variación en un contexto más grande. Sólo porque un día hiciste el ritual de forma diferente no significa que tengas que dejarlo, o que los demás días no cuenten.
6. Conecta pensamientos positivos con los rituales
Los rituales matutinos son una forma excelente de mantenerse en el presente. ¿Hay algo más positivo que eso? Con la práctica, estas rutinas se convertirán en una parte tan intrínseca de ti mismo, que harás todo lo posible para crear las condiciones perfectas para mantenerlas. En este punto, tu ritual matutino será como un obsequio a ti mismo y no una imposición.
7. Tómate un momento para sumergirte en la práctica
No tiene sentido hacer algo, simplemente por el hecho de hacerlo. Tan pronto como sientas que tienes que forzarte a hacer algo y no disfrutes de ello, estás tomando los primeros pasos hacia el momento de tirar la toalla. Encuentra el significado de tu práctica, lo que quiera que sea. Siéntela como algo sagrado, sin importar lo insignificante que pueda parecer a primera vista.
8. Date permiso a realizar cambios
Tal como te vayas sintiendo más cómodo con tu ritual matutino, date espacio para hacer cambios, siempre y cuando estos no comprometan el espíritu de la práctica. Las circunstancias de la vida cambiarán y desafiarán tus rutinas, con lo que ser demasiado estricto puede tener el efecto contrario al que buscamos.
9. Lleva un diario de tus sentimientos e impresiones
Por último, tómate unos minutos para escribir sobre la experiencia. Verás cómo el ritual matutino se convierte en algo intrínseco a ti, tal y como descubres cómo la práctica te mueve por dentro. Además, tendrás un bonito recuerdo de la aventura que comenzaste.
Espero que estas ideas te inspiren y te ayuden a vivir de forma presente. ¡No dudes en compartir tu propia experiencia y sigue en contacto!
¡Namasté!